jueves, 29 de mayo de 2008

Paulo Coelho, 20 años de alquimia.

Hace 20 años se publica la primera edición de “El Alquimista”, obra célebre y más conocida del escritor brasileño de 60 años aún, Paulo Coelho , quien comenzó escribiendo canciones para Elis Regina y hasta el momento va 16 libros bajo las manos, varios premios –entre ellos: “Golden Medal of Galicia” (España, 1999), "Order of St. Sophia" (Ucrania, 2004) y demás países europeos y Estados Unidos–. Cabe resaltar que el prolífico escritor luego de su peregrinación en 1983 del Camino de Santiago, escribe "El peregrino de Compostela (Diario de un mago)" y trasciende hasta El Alquimista (1988) en donde el personaje principal cumple el mismo nombre, su vida hippie lo llevó a encontrar ese hado inspirador que hasta ahora podemos leer en sus dos últimos libros: "El Zahir" (2005) y "La Bruja de Portobello" (2006).

Hoy en la localidad española de Avilés (Asturias, norte) La Fundación Niemeyer desorolla eventos en los cuales Paulo Coelho participa en la lectura pública del libro y una conferencia en el Teatro Palacio Valdés donde los lectores podrán preguntar desde cualquier parte de mundo vía Internet, una exposición de las portadas que tuvo el libro en ediciones originales y la donación de 200 ejemplares para las bibliotecas asturianas.
¿Por qué tanta venta?

La temática de El Alquimista –en partes metáfora axiológica– es adaptable a cualquier persona que persigue un sueño en común pues todos tenemos alguno en algún momento de nuestra vida, en este caso: la Piedra Filosofal. Mezcla la naturaleza como aliado recíproco al ver el empeño que el ser humano (Santiago) pone en su caminata por los desiertos ocasionales.
A la par, su forma envolvente ha dado frutos en posteriores libros que tienen el mismo propósito.
Así que no podría ser tan obviado leer en algún momento este libro.

Cuando empecé a leer de manera más constante, el autor que me impulsó a ese gigante mundo literal, fue Paulo Coelho con “Verónica decide morir”, que en su momento los valores que tal vez necesitaba me fueron descubiertos por mí a través de cada letra suya. No me intimida decir que comencé con un autor que en oportunidades es considerado de autoayuda, ya que la lectura, sea cual sea, siempre es buena tanto como para la cabeza como para el alma. Actualmente leo de vez en cuando a Paulo Coelho con su columna dominical en la sección Mi hogar de el diario El Comercio, porque aunque crea ser autosuficiente con mis propios problemas, me es reconfortante leer algo de sus “enseñanzas”. Sé que también sigue el mensaje de PAZ de la ONU, es fundador del Foro de Davos (que reune gente importante en el aspecto económico y social a fines del bienestar mundial).


Fotos: paulo coelho, paulo coehlo, wisdom, inspiration, life, warrior of light de aart.hilal / Flickr.com; Internet y Paulo Coelho de El Mundo de MuD / Flickr.com

jueves, 15 de mayo de 2008

Noche de rock británico en Lima

lunes, 12 de mayo de 2008

La cura ha llegado

En cuarenta días culminarán los seis meses agónicos entre dietas y cuarentenas compungidas contra el estatus de afecto necesitado después del delirio asintomático.

Los sentimientos de culpa –paradójicos ante los grandes pilares del buen pensar– han carcomido buena parte del alma, no se niega a negarse en una absurda conjunción de silogismos contra sí mismo pues siempre le sigue el sosiego momentáneo (gran salvavidas para las inundaciones en el norte y centro).

Desenvuelto en reiterar: ya no tengo miedo. Cuando aún sus manos cubren sus ojos y trémulo se percibe hasta aquí todo su cuerpo. Sin embargo, reiteramos: ya no tengo miedo. Esta parte confusa sin principios para algún fin que en algún momento ha de transformarse en ficción, eso lo sabe.

El pañuelo está más desgastado que los Jorge Chávez, Barrenecheas, Valdelomares (colegas del ambiente… literal), Basadres –nunca toques Santa Rosas me decía un colaborador antilaboral– y no por el llanto propio porque sino se le bajan las defensas, sino por tantas veces despedir a tales personajes a cada momento. Duele –¿a quién? – A mí porque no soy Diógenes ni pretendo ser la figurita humilde del álbum escolar.

La forma es la descripción de la materia pero cuando ésta es cambiada, la esencia se ve recurrir engañosamente a la quinta, aquélla, que día a día nos aleja y nos acerca en blancos sueños y negros despertares de la enferma enfermedad.

Un vespertino susurro asecha por entre nuestras piernas y el amarillo sol ha de habernos devorado con sus rayos amarillos, parece que el regocijo dado se ha hecho en pieza fundamental a la desesperación del tiempo circular. No hay final, ni comienzo…


Rabbit in your headlights - Unkle

jueves, 8 de mayo de 2008

Tributo a Joy Division en Arequipa

viernes, 2 de mayo de 2008

Un año

Por las tierras que ahora se levantan en polvo, tus cenizas se respira, abuelo.
La sombra de la media luna

Siembran lágrimas dulces
cuales brazos lignarios
esperan equinoccio invisible
tras las remotas latitudes
provocado por el recuerdo
escudero al terreno indómito.

Lápida que se va en escorzo
y la mutación nocturna,
sediento pide respirar
pensares; resplandor de la ceniza.

Plomizos temblares
susurran a los árboles ebúrneos
al ver romperse las epístolas pretéritas
sobre el carbón temerario
hecho huella del equino durmiente.

Desatado de la raíz futura,
tinieblas en oblación,
sucumben el cuerpo contra el muro

cuando los corceles del alto
retornan en zancadas silenciosas
a la sombra de la media luna.

Mi vicio...

¿Jugamos Ping-pong?